Visita a la cueva del Castillo en Cantabria

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Vista al interior de la cueva (c) Pedro Saura/Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria

Adentrarse en una cueva prehistórica añade un componente mágico en tu viaje. Si ya de por sí, las entrañas de la Tierra nos adentran en un mundo ajeno al habitual y además le añadimos unas paredes labradas y pintadas por nuestros ancestros hace más de 15,000 años, a uno le da una sensación de vértigo histórico, una pequeñez insólita y unas ganas tremendas de entender el significado de esos mensajes lanzados por nuestros antepasados miles de años atrás.

A pocos kilómetros de la localidad cántabra de Puente Viesgo se esconden los secretos de una cueva milenaria que lleva por nombre El Castillo.

Altamira, por su significado histórico, ocupa un lugar privilegiado entre las cuevas que existen a lo largo de la costa Atlántica de la península Ibérica. No obstante, la región de Cantabria, con sus acantilados, montañas y verdes prados esconde una multitud de cuevas apasionantes donde se mezcla la historia y obras de arte que el ser humano es incapaz de realizar. Efectivamente, aunque no lo podamos ver desde arriba, Cantabria es una especie de queso emmental -que no gruyer- con un interminable número de cuevas conocidas y otras todavía por explorar.

La cueva del Castillo es uno de esos lugares donde nos espera una de esas sensaciones tan particulares que nos acercan a los primeros vestigios del ser humano. Adentrarte en una cueva, observar pinturas rupestres labradas sobre la piedra hace más de 10.000 años ofrece una sensación de pequeñez más intensa que contemplar el firmamento en una noche nítida sin luna. Cuando más me aproximo a lugares donde se perciben los inicios de la humanidad más le doy a la cabeza con lo que nos espera después de la muerte y no puedo parar de hacerme preguntas.

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Signos rectangulares (c) Pedro Saura/Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria

Solamente un par de kilómetros separan la localidad de Puente Viesgo del Monte del Castillo donde se esconden cuatro cuevas con arte rupestre en sus cavidades interiores. Todas ellas fueron declaradas el 2008 Patrimonio Mundial por la UNESCO. La entrada a la cueva del Castillo, la más representativa de todas ellas junto con la cueva de Las Monedas, es de enormes dimensiones a raíz de las continuas excavaciones que se han ido realizando desde principios del siglo XIX. El guía nos puso en antecedentes arqueológicos y nos metimos en las fauces de la gruta. En la misma entrada de la cueva encontramos un yacimiento arqueológico que va de la friolera de 120.000 años correspondiente al Paleolítico Inferior hasta el 4.000 a. C. ya en la Edad de Cobre. Una vez en el interior de la cueva encontraremos la mayoría de pinturas que fechan entre los 30 y 10 mil años de antigüedad correspondiendo a la época del Paleolítico Superior.

Durante todo el recorrido un guía nos acompañó a lo largo de las curvas y angostas paredes en una visita que duró aproximadamente unos 45 minutos. La entrada sale sólo por 3 euros los adultos así que no hay excusas para adentrarse en el mundo subterráneo y cavernícola del Castillo.

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Mano en negativo (c) Pedro Saura/Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria

Pasamos a un estrecho corredor y nuevamente se nos abrió un amplio espacio interior que verdaderamente abruma. Hay unas cuantas estalagmitas decorando el bello escenario y el guía nos llevó a visitar el legado pictórico que el hombre neardental dejó a su paso por la cueva en diferentes etapas. paredes-cueva-castilloVimos bisontes, gacelas, signos que el mismo Punset estaría meses dándole vueltas a su significado e incluso huellas de osos que habitaron en la cueva durante un buen tiempo.

Quizás lo que más me sorprendió fue una roca donde se pueden contemplar hasta un total de 33 manos pintadas en rojo. ¿Qué nos querrán decir nuestros antepasados con esas imágenes que han perdurado en la historia?

Por lo visto, cada año encuentran nuevos tesoros prehistóricos en el interior de la gruta. Sin duda, la cueva del Castillo es una alternativa ideal a Altamira ya que en esta sí podemos entrar y ver las pinturas originales.

Es conveniente saber que en la cueva está prohibido realizar fotografías por esta razón en este artículo mostramos las fotografías cedidas por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria.

Datos Prácticos

Horario de visitas:

Temporada baja: Del 1 de noviembre al 31 de marzo las cuevas están abiertas de miércoles a viernes de 9:30 a 15:30 mientras que sábados, domingos y festivos el horario es de 9:30 a 14:30 y de 15:30 a 17:30. Los lunes y martes cerrado.

Temporada alta: del 16 de junio al 15 de septiembre está abierto de martes a domingo de 9:30 a 14:30 y de 15:30 a 19:30 excepto los lunes.
– Temporada alta: Del 16 de junio al 15 de septiembre.

Reservas:
Se pueden realizar reservas con antelación llamando al teléfono (942) 59 84 25 o bien a través del correo electrónico reservascuevas (@) culturadecantabria.es

Tarifas
Adultos (mayores de 12 años): 3 euros.
Niños de 4 a 12 años: 1.5 euros.

Sitio Oficial: Cuevas de Cantabria

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