Nunca confiar en nadie para prestar tu celular. Una noche de fiesta, amigos, parís pero al final, la noche no termino como esperaba.
Una noche después de salir de los bares de St. Michel, estaba esperando el bus con mis amigos. En eso, cuando estábamos en la parada de autobús, llego una joven, al parecer con un amigo y se sentaron junto a mi. A los 5 minutos la chava voltea y me pregunta que si le puedo prestar su celular para mandar un mensaje, dijo que su saldo se había acabado. La verdad no pensé en nada malo por que era una mujer como de la misma edad que yo y se veía que se necesitaba comunicar. Termine prestándoselo y me puse a platicar con mis amigos.
En lo que volví a voltear la chava ya no estaba ahí sentada, ya se había parado y estaba caminando lejos de mi. Rápidamente me pare y la perseguí; le dije que me diera mi celular, que porque se había ido así nomas. Cuando le dije eso, se altero mucho y me empezó a decir muchas cosas en francés. La verdad no le entendí mucho y seguí alegándole que me diera mi celular. Despues de un par de minutos alegando, su amigo se harto y llego conmigo, me agarro del cuello y me puso una navaja. Al ponerme la navaja obviamente ya no le dije nada y me calme. Cuando vio que yo ya estaba calmado y que mi celular ya no era prioridad para mi, me soltó y se fue caminando con la chava.
En cuanto me dejaron ir fui a contarle a mis amigos, ya que ellos seguían en la parada de autobús y no se habían dado cuenta. Cuando les conté, no les importo y se echaron a correr para alcanzar a los franceses. En eso los franceses vieron que los estábamos persiguiendo y también empezaron a correr. Por suerte venia pasando la policía y le gritamos en cuanto pudimos. En cuanto la patrulla escucho, se freno y se bajaron del carro para ver que estaba pasando. Les dijimos lo que nos había pasado y en ese momento pudieron ver que dos personas estaban corriendo. La policía corrió tras de ellos y los agarro.
Nuestra noche de diversión acabo en la central de policía de parís, dando nuestras declaraciones.
Aunque no haya sido la historia más divertida, nunca se me va olvidar ya que es una historia que nos dio esa experiencia y de esa manera aprendemos de nuestros errores.
Por: Gabriel Madero Robles
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